Este segundo capítulo se centra en el estudio de las teorías clásicas, en primer término y, posteriormente, las teorías contemporáneas en relación al concepto de sociología de la educación.
Por un lado, las teorías clásicas educativas conllevan las propuestas establecidas por parte de los fundadores de la disciplina sociológica en el ámbito de la educación.
Los autores más representativos en este ámbito son: E. Durkheim, k. Marx y M. Weber.
Las pautas, estudios y tendencias sociales descritas por estos autores se encuentran presentes todavía en la actualidad, entre las que se encuentran: la formación del Estado-nación, la expansión del sistema capitalista, los valores ilustrados y los derechos del hombre y mujer...
A continuación, analizaremos algunas de las aportaciones y estudios realizados por estos autores.
Émile Durkheim es uno de los fundadores de la sociología y fue pionero en la aplicación de dicha disciplina al estudio de la propia educación. Determinó que el sujeto social tiene que aproximarse al estudio de los grupos humanos. No obstante, la sociología no es una cosa material, no es algo tangible que pueda percibirse por medio de los sentidos, sin embargo, la realidad social puede estudiarse empíricamente.
El objetivo de la sociología se centra en el estudio de los hechos sociales, esto es, las realidades externas al propio ser humano donde influyen, asimismo, sus propias acciones y su conducta.
A pesar de que los hechos sociales no pueden verse ni tocarse, debemos considerarlos como realidades empíricas y podemos estudiarlos a través de los propios efectos socio-culturales que tienen para los individuos. En este sentido, para el autor, tantos las ideologías como las creencias morales son hechos sociales.
Del mismo modo, E. Durkheim determina que la educación es fundamental para el ser humano, ya que permite reconstruir el mundo moral, su vinculación mecánica (normas y valores) con el conjunto de la sociedad, de ahí la importancia de reformar los sistemas educativos de la sociedad moderna.
En este sentido, el objetivo primordial de la sociología educativa de Durkheim es cuestionar el modelo de la "educación ideal", determinando el autor que ésta conlleva una acción ejercida por generaciones adultas sobre aquellas que no han alcanzado el grado de madurez necesario para la vida social y tiene por objetivo suscitar en el niño/a un cierto número de estados físicos intelectuales y morales, es decir, determina la educación como una realidad objetiva y un hecho social.
El autor determina la existencia de cambios revolucionarios en los medios de producción que dan paso a la existencia de una sociedad capitalista. Para Marx, la infraestructura material determina el establecimiento del mundo de las ideas, normas y valores.
Mientras que para Durkheim la realidad educativa es primordial en la sociedad moderna, Marx le otorga una perspectiva más secundaria.
Para K. Marx la sociedad es un sistema de producción de carácter capitalista que da lugar al desarrollo de diferentes clases sociales, entre las que se encuentran: la burguesía y el proletariado.
Estas diferencias sociales son perjudiciales según el autor para amplios colectivos, ya que dan lugar a la dominación de una clase sobre otra, es lo que se conoce como "lucha de clases".
Es por ello, que el autor insiste en la necesidad de combinar la lucha por el cambio escolar con la lucha por la superación del sistema capitalista en general: "para cambiar el sistema escolar es un prerrequisito básico cambiar el sistema de producción dominado por la burguesía".
Para Marx, el modelo escolar que propone como alternativa a la sociedad capitalista sería: un modelo que combine el trabajo escolar y el trabajo productivo, acabar con el carácter ideológico de los contenidos que se transmiten en la propia escuela, establecer un control popular de la burocracia presente en la escuela y sus propias líneas pedagógicas y, finalmente, promover una educación polivalente capaz de incorporar a la juventud en el sistema de producción al tiempo que participa en su formación a nivel integral.
En tercer lugar, encontramos las aportaciones de Max Weber en relación a la burocracia escolar y tipos educativos.
El objetivo de la sociología presente en dicho autor es el estudio de la acción social, es decir, la conexión del individuo con otras personas. Weber trata de dar respuesta a las normas, valores y creencias que nos impulsan a actuar de determinada manera. La sociedad, de este modo, se encuentra caracterizada por la transformación de valores que se esconden detrás de toda acción individual.
Weber, asimismo, concede una importancia esencial a las instituciones educativas como dispositivos de control social. La escuela conlleva una institución que influye en la sociedad. Es así como el autor encuentra paralelismos entre la escuela y otras instituciones como las religiosas.
Weber, al igual que los anteriores autores, relaciona la educación con el poder, aunque dicha aproximación difiere de las otras posiciones. No obstante, en relación a dicha idea, distingue entre: la educación carismática, que trata de despertar las cualidades innatas del individuo, la educación especializada, que se caracteriza por la dominancia legal y burocrática y, finalmente, la educación humanística, presente y relacionada con la dominación tradicional.
A partir de estas teorías clásicas en referencia a la sociología de la educación, surgen posteriormente otras teorías contemporáneas.
Dichas interpretaciones sobre la educación fueron muy variadas. Hasta los años 60, el estudio relacionado con las instituciones escolares estuvo vinculado por el paradigma "funcionalista norteamericano" de T. Parsons.
El funcionalismo entiende la sociedad como un sistema de elementos interrelacionados que dan lugar a procesos de racionalización y modernización. Asimismo, determinan que la función social de la escuela consiste en la selección de los individuos en el mercado laboral.
A finales de los años 60, surge una gran diversidad de corrientes teóricas, de este modo, vuelven a surgir posiciones críticas de la sociología, así como las escuelas micro-sociológicas.
Finalmente, en relación a la gran diversidad de tendencias presentes, se pueden distinguir dos grandes corrientes: por un lado, las "teorías de reproducción", que insisten en el papel institucional de la escuela como reproductora de las desigualdades sociales, y por el otro, las "teorías de la resistencia", que indagan en la capacidad del individuo para resistir las presiones sociales y actuar de forma autónoma y creativa.
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