RESEÑA. UNA EDUCACIÓN SOCIOLÓGICA. DIEZ LECCIONES A TRAVÉS DE LA CONVERSACIÓN (José Beltrán Llavador).

La obra denominada "Una educación sociológica. Diez lecciones a través de la conversación" desarrollada por D.José Beltrán Llavador, nos invita en primera instancia a desentrañar y reflexionar sobre el concepto de sociología desde sus orígenes y, posteriormente, poniendo énfasis en las repercusiones y vinculaciones que conlleva el término en la sociedad de nuestros tiempos.

Es así como el autor nos invita a poner nuestra mirada y análisis inicial en las características e intereses que esta ciencia presenta, entre otros muchos ejemplos, como es el estudio del comportamiento humano desde un punto de vista colectivo, es decir, partiendo de la dimensión socio-cultural de la humanidad.

Por lo tanto, podemos afirmar que la sociología responde a una ciencia relacional que estudia cómo mirar el mundo y nuestro lugar en él, es decir, se basa en la comprensión del ser humano, las circunstancias y factores influyentes para cada sociedad o grupo social e ir más allá del propio "sentido común".

Intrínseco al concepto de sociología, se nos muestra la existencia de dos rangos comunes a este concepto, como son: la reflexividad y la complejidad. El autor nos muestra que por medio de la reflexividad podemos conocer la coincidencia entre el sujeto y el objeto de estudio, es decir, la interacción entre subjetividad y objetividad, mientras que la complejidad responde a la convergencia de una multiplicidad de dimensiones de la realidad social en el ser humano.

Una vez comentada la introducción inicial, así como la definición del concepto y los intereses implícitos en el mismo, el autor establece los métodos presentes en la ciencia sociológica desde un punto de vista de "pluralismo metodológico", todo ello mediante una adecuación al objeto de investigación: método histórico, comparativo, crítico-racional, cuantitativo y cualitativo, así como en indagar acerca de las técnicas más notorias y presentes en estos dos últimos métodos, como son: la encuesta y los grupos de discusión.

Por ejemplo, tal y como nos recuerda P. Bourdieu en la obra, el oficio del sociólogo forma parte de un habitus, y como seres humanos tenemos una naturaleza social y política que nos constituye como seres para el aprendizaje, es decir, para un proceso social que otorga significados en comunidad y para la comunidad.

Es así como este camino nos lleva a considerar la sociología como un acercamiento a la realidad, conociendo el escenario social en el que se despliegan nuestras acciones, comprendiendo mejor dicho escenario, transformando aquellos aspectos que nos determinan y son susceptibles de cambio en función del contexto (comprensión es compromiso y posibilidad de intervención individual y colectiva) desde la consideración de la opacidad social, es decir, la apariencia social no es igual a la realidad social, el dinamismo social, es decir, la construcción social por medio de pautas determinadas que conforman su estructura y teniendo en cuenta la complejidad social, es decir, las sociedades responden a relaciones organizativas muy variadas desde una perspectiva y mirada crítica.

Tal y como señalaba anteriormente, la obra nos muestra una visión a nivel cronológico y progresivo de los orígenes del concepto "sociología" partiendo de las consideraciones y primeras referencias planteadas por parte de Augusto Comte en obras como "Pautas de trabajos científicos necesarios para reorganizar la sociedad" en la que plantea la necesidad de la humanidad por transitar en tres estadios sucesivos: religioso o teológico (tesis), metafísico (antítesis) y positivo (síntesis) y donde, más tarde, a partir de la obra de Spencer, "El estudio de la sociología", se le daría aceptación universal a dicho término.

Con las notas de Émile Durkheim se determina que el sujeto social tiene que aproximarse al estudio de los grupos humanos. No obstante, la sociología no es una cosa material, no es algo tangible que pueda percibirse por medio de los sentidos. Sin embargo, la realidad social puede estudiarse empíricamente. 

El objetivo de la sociología, por tanto, se centra en el estudio de los hechos sociales, esto es, las realidades externas al propio ser humano donde influyen, asimismo, sus propias acciones y su conducta. 

El autor nos muestra que, a pesar de que los hechos sociales no pueden verse ni tocarse, debemos considerarlos como realidades empíricas y podemos estudiarlos a través de los propios efectos socio-culturales que tienen para los individuos. En este sentido, para el autor, tantos las ideologías como las creencias morales son hechos sociales.

Del mismo modo, E. Durkheim determina en la obra que la educación es fundamental para el ser humano, ya que permite reconstruir el mundo moral, su vinculación mecánica (normas y valores) con el conjunto de la sociedad, de ahí la importancia de reformar los sistemas educativos de la sociedad moderna.

En este sentido, el objetivo primordial de la sociología educativa que nos muestra el manual por parte de Durkheim es cuestionar el modelo de la "educación ideal", determinando que ésta conlleva una acción ejercida por generaciones adultas sobre aquellas que no han alcanzado el grado de madurez necesario para la vida social y tiene por objetivo suscitar en el niño/a un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales, es decir, determina la educación como una realidad objetiva y un hecho social.

Por otro lado, Max Weber muestra cómo el objetivo de la sociología es el estudio de la acción social, es decir, la conexión del individuo con otras personas. Weber trata de dar respuesta a las normas, valores y creencias que nos impulsan a actuar de determinada manera. La sociedad, de este modo, se encuentra caracterizada por la transformación de valores que se esconden detrás de toda acción individual.

Weber, respecto a las consideraciones ya mencionadas por parte de E. Durkheim, concede también una importancia esencial a las instituciones educativas como dispositivos de control social. La escuela conlleva una institución que influye en la sociedad. Es así como el autor encuentra paralelismos entre la escuela y otras instituciones sociales como las religiosas.

Seguidamente, el manual nos muestra la relación entre los procesos sociales y las prácticas culturales donde se especifica que el ser humano es un constructo social, es decir, el resultado propio o producto de la sociedad en la que vive. Por tanto, los seres humanos somos sujetos sociales.

Del mismo modo, somos seres construidos para el aprendizaje, entendido éste como un producto social, es decir, somos seres aprendientes y, todo ello, tiene lugar por medio del proceso conocido como "socialización". La socialización conlleva una actividad práctica, una praxis que otorga autonomía y por la que se interioriza una serie de conductas, valores y creencias en un grupo social determinado.

En los seres humanos, tal y como nos muestra la obra, se produce un proceso de socialización primaria y secundaria. Las personas que rodean a los individuos, constituyen su horizonte más inmediato, lo que permite la construcción de nuestra identidad. Algunos ejemplos son: la familia, el grupo de iguales o grupos de edad, así como las instituciones escolares. En este sentido, el proceso de socialización no tiene término y se despliega a lo largo de la vida de un individuo.

Por otro lado, se nos muestra en el libro como Raymond Williams (1994) introdujo el concepto de "sociología de la cultura" haciendo mención a la investigación alrededor de la comunicación, el lenguaje, el arte y las relaciones transmitidas. Para dicho autor, este tipo de sociología analiza la economía política de los procesos materiales de producción, distribución y recepción del conocimiento, superando la distinción entre lo individual y lo colectivo y entre lo subjetivo y objetivo.

Posteriormente, en el libro se habla del concepto de estructura social vinculada a la estratificación social, es decir, a la división de una sociedad en capas o estratos de personas que poseen cantidades desiguales de recursos, oportunidades desiguales de vida e influencia social desigual. Es así como un sistema de estratificación abierto se da cuando existe la posibilidad de cambiar o mejorar la posición en una jerarquía social. 

Las explicaciones sociales de la propia estratificación social se basan en tres cuestiones principales: 1) las decisiones y acciones individuales no explican por sí solas la desigual distribución de la riqueza, el poder y el prestigio; las oportunidades individuales están determinadas por la estructura de clases de una sociedad, 2) la desigualdad refleja el poder de las élites sociales para perseguir sus propias metas a expensas de los demás; 3) la desigualdad no es un asunto meramente de niveles "objetivos" de riqueza y poder, sino también de variables menos tangibles como el prestigio y los valores morales.

Por ello, la estratificación presenta dos funciones esenciales: una expresiva y otra instrumental, donde cada estrato difiere en importancia funcional para la sociedad.

El autor pionero y más destacable de este concepto fue Karl Marx, autor que determinó que las oportunidades de vida de las personas estaban determinadas por la posición de clase, es decir, donde las clases sociales se configuran como conjuntos de individuos que mantienen una posición similar respecto a los medios de producción.

Concretamente, en el manual "El Capital" de K. Marx, el autor diferencia entre tres clases sociales: los propietarios del trabajo, los propietarios del capital y los propietarios de la tierra.

Sin embargo, la variación en las relaciones de producción a lo largo de la historia han modificado las relaciones sociales entre los seres humanos. La conciencia o percepción sobre la pertenencia a una clase social u otra es lo que Marx determinó como "conciencia de clase".

Posteriormente, la obra nos invita a reflexionar sobre la actualidad y cómo surgen nuevas preguntas alrededor de las variaciones que sufre la ciudadanía, en el terreno de la teoría y de la práctica, en diferentes países. Ese desarrollo de los derechos humanos se ve afectado por cambios profundos en las condiciones externas, principalmente económicas, así como en la aparición de nuevos problemas.

También, nos define en gran medida los conceptos de rol, asociado a la conducta socialmente esperada por parte del individuo en función de la situación en la que se encuentra, el status, determinado como la posición social que ocupa un individuo en una estructura social dada y la movilidad social, como movimiento de individuos, familias o grupos de una posición social a otra.

Seguidamente, la obra nos habla del orden social entendido como una perspectiva desde la que la objetividad social acaba reflejándose en el status quo de un cierto sistema social.

De manera conjunta, el desarrollo económico, la modernización social y la modernización política constituyen procesos de cambio estructural. 

También, se nos habla del fenómeno conocido como secularización, que es el proceso por el que los individuos que viven en sociedades modernas y complejas van abandonando las explicaciones de tipo religioso que servían para entender el mundo y las van sustituyendo por otro tipo de explicaciones más científicas.

Asimismo, bajo el término de globalización expuesto en la obra podemos encontrar diferentes referencias de autores como lo que Adorno llamaba "industria total", lo que Latouche denomina "el planeta de los náufragos", lo que Chomsky denomina "aldea global", lo que Ramonet llama como "pensamiento único", lo que Bruckner determina como "tentación de la inocencia", lo que Beck llama "irresponsabilidad organizada", lo que Capella denuncia como generadora de una "ciudadanía sierva" o lo que R.Williams determina como "fatalismo programado". Pero, realmente, el concepto de globalización se refiere a la interdependencia económica cada vez más desarrollada de países entre sí, lo que genera una desreglamentación o desregulación creciente. 

Una de las consecuencias de este fenómeno es que mientras aumenta el peso de este tipo de economía, disminuye el perímetro de la democracia como resultado de la pérdida de valor de la política, y se radicalizan reactivamente las identidades comunitarias.

Tras el análisis de estos criterios, la obra se centra en reflexionar sobre el concepto de "familia". El manual nos muestra como dicho término engloba una palabra, pero también una consigna, una categoría, un principio colectivo de construcción de la realidad desarrollado socialmente. 

La familia opera como una categoría objetiva, una categoría mental que constituye el principio de una serie de representaciones que contribuyen a la reproducción de la categoría social objetiva. 

La familia es fruto de una auténtica labor de institución que se cumple a través de un conjunto de ritos (apellidos, matrimonio...) y de técnicas (afectos obligados...) encaminados a hacer de la familia una unidad estable, constante y duradera.

La familia se nos muestra que es un lugar de reproducción social. Tal y como señala P. Bourdieu, es un privilegio que se constituye en norma universal, es un privilegio simbólico, es decir, el de ser como se debe.

La familia, como reproductora del orden social, es el lugar de la acumulación y de la transmisión del capital, tanto económico (patrimonio material), simbólico (apellidos) como social (posición).

Asimismo, dentro de este concepto, se encuentran las funciones de la familia asociadas al paradigma funcionalista que centran su análisis en lo que la familia hacía por sus miembros o por la sociedad.

No obstante, en la actualidad, encontramos nuevas formas de organización familiar en las sociedades avanzadas. Algunos factores que contribuyen a explicar las transformaciones de esta institución son:

- El incremento de la esperanza de vida de los individuos, que reduce de modo significativo las necesidades de reproducción de la población.

- Cambios sociales profundos que repercuten en la configuración de pautas diferentes de asociación afectiva, sobre todo con la nueva condición social de la mujer debido a su mayor inclusión en el mercado de trabajo y la mayor dedicación a los procesos formativos y educativos, que ralentiza y desincentiva las expectativas reproductoras.

- Es necesario cuestionar el vínculo matrimonial como clave del sistema de parentesco a la luz de las tasas de divorcio que se dan en el mundo desarrollado en la actualidad.

Este escenario permite determinar un panorama tan diverso como complejo en relación al concepto de "familia".

Seguidamente, la obra nos muestra un análisis exhaustivo de la importancia de la educación a lo largo de la vida aunque, mayoritariamente, poniendo énfasis en la vida adulta.

La UNESCO determina que el acceso a la educación y el aprendizaje de adultos es un aspecto fundamental del derecho a la educación y facilita el ejercicio del derecho a participar en la vida política, económica, cultural, artística y científica. 

Esta educación se centra en fomentar el desarrollo ecológicamente sostenible, en promover la democracia, la justicia y la igualdad entre mujeres y hombres y el desarrollo científico, económico y social, así como en construir un mundo basado en el diálogo y una cultura de paz basada en la justicia.

Asimismo, la obra nos muestra cómo la educación a lo largo de la vida abarca tres dimensiones problemáticas: la necesidad de superar el fracaso escolar y el abandono educativo temprano, la necesidad de competencias para la sociedad global y de la información y la necesidad de una educación integral de la persona desde una perspectiva humanista y democrática.

Puesta la mirada en España, el manual nos muestra cómo, desde una perspectiva histórica, los orígenes de la educación en personas adultas se puede situar en el final de la Guerra Civil (1939). Sin embargo, en la actualidad, el discurso de la educación de personas adultas en Europa está siendo profundamente alterado, y hasta cierto punto desbordado, por el nuevo marco cultural de la educación a lo largo de la vida "(lifelong learning)" . 

Es así como en la actualidad, se pone mayor énfasis en la importancia hacia el aprendizaje más que en la enseñanza y, por lo tanto, se establece la fórmula de "aprender a ser" a través de diferentes traducciones como "aprender a aprender" y "aprender a emprender".

Del mismo modo, la obra nos muestra la importancia creciente dirigida a diferentes políticas y prácticas de la educación en la formación a lo largo de la vida por medio de las agendas nacionales e internaciones para el aprendizaje permanente en términos de competencias de la población adulta, concretadas en el Programa PIAAC (Programme for the International Assessment of Adult Competences). Este programa, dirigido a la población de 16 a 65 años, iniciado en 2007, abarca 23 países desarrollados, 22 de los cuales forman parte de la OCDE, bajo el "axioma del círculo virtuoso", es decir, la idea de que la mejor formación de la población permite obtener mayor valor añadido.

En el noveno capítulo, se aborda el concepto de género utilizado para distinguir el sexo biológico del género social que engloba cuatro dimensiones en el sistema de género:

- La dimensión biológica.

- La segunda dimensión, basada en el sistema sexo/género, es decir, la identidad personal, donde se reflejan diferencias en una serie de actitudes entre hombres y mujeres.

- La tercera dimensión basada en los roles o papeles sociales desempeñados, el género social.

- La cuarta y última dimensión, referente a la organización social, donde se establece proyectada la dicotomía del sistema de género no sólo en personas, sino en las organizaciones sociales diferenciadas en masculinas y femeninas.

Por otro lado, en la actualidad, existe una resistencia a aceptar a la mujer como sujeto de plena ciudadanía. Así, se establece un énfasis en el papel de madre y esposa a las mujeres facilitando sus entradas y salidas del mercado laboral según los intereses del capital. 

Generalmente, se han asociado a las mujeres cualidades del tipo: "dulzura", "entrega", "docilidad" y "debilidad", no haciendo justicia a la cantidad de mujeres que han desempeñado tareas duras como en el campo o en la industria. Aunque la insistencia en ese tipo de atributos se relaciona con el desarrollo del sector servicios, a costa de la "feminización del trabajo", es decir, de su progresiva precarización.

Posteriormente, la obra nos muestra algunas alternativas en relación a estas casuísticas como es el primer congreso internacional feminista celebrado en 1878 donde las mujeres solicitaron el reconocimiento del trabajo doméstico como trabajo de plena dedicación, así como la jubilación para el ama de casa que ha educado uno o varios niños y que ha trabajado siempre en tareas domésticas. No obstante, el sistema económico ha ignorado el trabajo femenino en el ámbito doméstico, en la esfera privada, lugar reservado al poder patriarcal. 

Dentro de este terreno de alternativas mostradas en el manual, se encuentra la propuesta de ley italiana denominada "Las mujeres cambian los tiempos", que básicamente se basa en "dar voz y fuerza al proyecto de reconquista individual del tiempo".

Por otro lado, desde la perspectiva sociológica, la teoría feminista constituye ese aspecto de la investigación reciente que presenta un sistema de ideas generales y de gran alcance sobre las características más relevantes de la experiencia humana y de la vida social de las mujeres, comprendiendo el fenómeno de la desigualdad entre hombres y mujeres bajo la idea de "conocer más para comprender mejor".

Seguidamente, en los últimos capítulos del manual, se establecen una serie de reflexiones a través de conversaciones con personas del mundo social que invitan a la reflexión personal y cultural.

El manual nos muestra la idea de que vivimos en tiempos de desconcierto y de incertidumbre. Nuestra sociedad, la cuál forma parte de una realidad globalizada, es permeable a los cambios, contradicciones y efectos que se derivan de una desigualdad global. La desigualdad penetra en nuestro propio mundo debido a las tensiones presentes en el terreno político y social de la actualidad de carácter local, pero debido al reflejo de fenómenos y tendencias presentes a escala global, planteando auténticos dilemas socio-culturales. 

En este sentido, es esencial denunciar la desigualdad, una desigualdad que se construye socialmente, que es contingente, que obedece a decisiones humanas, decisiones conscientes. En este sentido, el manual nos muestra diferentes ejemplos, como: "denunciar que no existe la pobreza (como categoría estática), sino el empobrecimiento", o que no existen "los ilegales", ya que cualquier persona tiene derecho legítimo (legal) a formar parte del mismo. 

Asimismo, resulta un síntoma preocupante censurar algo tan elemental como la educación para la ciudadanía, percibiéndola como una amenaza en lugar de como una oportunidad. En este sentido, John Dewey afirmó que la democracia debía entenderse como "una forma de vida". Para el autor, democracia y educación son indisociables. 

Las lecciones en torno a dichas ideas, muestran la reflexión acerca de qué valores promover para la convivencia democrática, es decir, en la propia voz de la calle de la sociedad a través de la educación para una nueva ciudadanía, para una ciudadanía plena, que Paul Barry Clarke define en su ejemplar "Ser ciudadano" como: "pertenecer al mundo y vivir esta pertenencia desde la libre elección y con el propósito de procurar la mejora del yo, de los otros y de nuestro propio mundo". 

Asimismo, desde el concepto mostrado en la obra como "El valor de la conversación" se ha publicado el informe que lleva por título "La voz de la sociedad ante la crisis" de Víctor Pérez Díaz. En este estudio, se ofrece un diagnóstico de lo que somos y de lo que tenemos. Consiste en tomarse en serio lo que piensa la gente de la calle, los ciudadanos, ya que responden a mensajes esenciales desde cuatro vectores: un sentido del rumbo histórico del país (Europa), posiciones coherentes de las experiencias de las últimas generaciones en el debate entre socialdemocracia y liberalismo conservador, un público cuidadoso y atento a la tarea de recreación de la comunidad política y formas civiles de hacer política.

Algunas de las conclusiones a estos criterios anteriormente citados son que no existe narrativa si no hay identidad individual ni histórica. Sin lazos de identidad no hay vínculos de reconocimiento hacia el pasado ni de compromiso con las generaciones venideras. Necesitamos una narrativa nutrida de sentido moral, una narrativa en la que seamos protagonistas y necesitamos más formación para el despliegue de un impulso cívico, para el regreso de la política, para ganar conciencia de nuestros límites y de nuestras posibilidades.

En el último capítulo del manual, "Conversación sobre la conversación", se nos invita a analizar y reconocer el legado histórico que ha venido animando a nuestra cultura y a nuestra educación. 

Desde este punto, se habla de dialéctica como la conversación en forma de discusión, contrastación o deliberación sobre los asuntos que nos conciernen, sobre los que vale la pena confrontar, lo que Bourdieu llamó como "el espacio social de los puntos de vista".

Nuestro saber se va elaborando a través de una conversación, nuestra educación, asimismo, tiene una estrecha relación con el saber: nos educamos para saber más, y queremos saber más para comprender mejor, y queremos comprender mejor para poder tener herramientas de intervención y transformación de nuestra sociedad. 

Desde el punto de vista de las ciencias sociales, se ha acuñado la expresión "la mirada sociológica" para referirse a una mirada que pretende reescribir la realidad, que se compromete o se implica con los avatares del mundo social. La mirada sociológica es una mirada comprometida, que interviene en aquello que mira para establecer nuevas formas de leer, de conocer, de comprender, de educar. Las miradas letradas se alimentan de las prácticas sociales de la mirada. 

La escuela educa ciudadanos autónomos para sociedades autónomas. La mirada engloba, además de una forma de percepción, un programa de acción, la claridad sobre las cosas del mundo social. 

Finalmente, el manual nos muestra la publicación hace 20 años de un informe por parte de la UNESCO coordinado por Jacques Delors, que llevaba por título, "La educación encierra un tesoro". Desde este informe se establece la importancia de los vectores de la sociedad de la información o sociedad-red y de las políticas de educación a lo largo de la vida. El tesoro, responde a la riqueza de las palabras que nos permiten nombrar el mundo, pronunciarlo y denunciarlo, pero también celebrarlo. El verdadero tesoro responde al mundo social en el que habitamos y el mundo que queremos hacer más habitable.

La educación comienza cada día, donde es necesario rediseñar, conversar y deliberar para aprender de aquellas experiencias que nos comprometen con el mundo y aprender nuevas formas o modos de mirar nuestro mundo para apreciarlo.

Tal y como determinada Jacques Delors: "No debemos tener miedo a los cambios y a la incertidumbre, debemos aprender a adaptarnos y encontrar oportunidades en ellos".


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