TAREA ENSAYO. RESPUESTA A UNA CUESTIÓN DE SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

 


Ante esta tarea planteada a modo de ensayo en el que dar respuesta a una cuestión referente al ámbito de sociología de la educación, me gustaría centrar dicha actividad realizando una pequeña investigación, reflexión y análisis acerca del concepto de "familia" considerado como primer agente de socialización del niño/a, su evolución a lo largo de la historia, así como su vinculación y repercusión en el mundo educativo actual y teniendo en cuenta una de las temáticas que, asimismo, plantea el manual trabajado y desarrollado a través de este blog "Sociología de la educación" (José Beltrán y Francesc J. Hernández), concretamente en el capítulo 4. 

La familia, supone el primer contexto de socialización de los niños/as. En su interior éstos realizan sus primeros aprendizajes, establecen los primeros vínculos emocionales y se incorporan a las pautas y hábitos de su grupo social y cultural. La familia juega, por tanto, un papel crucial en el desarrollo del niño/a.

Por ejemplo, cuando un niño de menos de seis años asiste a un centro de Educación Infantil se pretende que en él se comparta la labor educativa con la familia, contemplando y ampliando las experiencias formativas del desarrollo. Para que esta labor pueda llevarse a cabo es imprescindible la comunicación y coordinación entre las familias y los docentes.

Ahora bien, ¿por qué decimos que la familia supone el primer agente de socialización? ¿Cómo podríamos definir el término de socialización en este sentido? ¿Cuáles serían las funciones sociales de la familia?

Podemos afirmar, que la socialización supone un proceso largo y complejo que vive todo individuo en cualquier sociedad y tiempo, por el cual desde su nacimiento prende una cultura concreta para convertirse en un miembro de una determinada sociedad, y adquiere una personalidad que, aun con toda su originalidad le permite vivir dentro de su medio social.

En el proceso de socialización del niño/a intervienen una serie de agentes sociales que son los encargados de satisfacer las necesidades del niño/a e incorporarlo al grupo social. Entre estos agentes sociales están determinadas personas (madre, padre, hermanos, otros adultos...), algunas instituciones (familia y escuela), los medios de comunicación social (televisión especialmente) y otros instrumentos (libros, juguetes, etc...).

Todos ellos poseen una importancia decisiva en el proceso de socialización del niño/a, pero es sin duda la familia la principal agencia y sus miembros los principales agentes.

Seguidamente, en relación con las funciones sociales de la familia, se puede afirmar que cuando un niño/a nace es un ser indefenso; su supervivencia depende de la ayuda que le preste el grupo social donde vive. Tiene a la vez una gran capacidad de aprendizaje y se siente atraído por los estímulos de origen social.

Todo esto hace que el niño/a esté en condiciones óptimas para iniciar el proceso de socialización y asimilación de valores, normas y formas de actuar que el grupo social donde nace intenta transmitirle.

Además, el grupo social donde nace necesita también la incorporación de éste para mantenerse y sobrevivir y, por ello, además de satisfacer sus necesidades, le transmite la cultura acumulada a lo largo de todo el curso de desarrollo de la especie. Esta transmisión cultural implica valores, normas, costumbres, asignación de roles, enseñanza de lenguaje, destrezas... 

De forma pormenorizada, las funciones sociales que la familia cumple son:

Función individual, respecto al individuo en particular: reproducción y recepción del niño/a al nacimiento; mantenimiento de sus miembros (grupo o unidad económica de cooperación entre sus miembros), transmisión de un estatus social (proliferación de rituales, normas, obligaciones, derechos, deberes...) lo que garantiza la ubicación de los individuos dentro de un grupo o sistema social de referencia y proporciona una determinada cosmovisión; transmisión de afecto que proporcionará al niño/a la seguridad afectiva necesaria para desarrollar la autoestima, la autoseguridad y confianza en sus posibilidades; satisfacción de las necesidades primarias (alimentación, higiene...), lo que posibilita ir adoptando modelos de acción; y protección de peligros reales o imaginarios contra la vida y la salud.

Función educativa: implica la transmisión de valores de carácter social y cultural. En este sentido, la familia constituye un lugar indispensable para el adecuado proceso de socialización del niño/a porque proporciona los canales precisos para la formación de la personalidad y el desarrollo de actitudes positivas. Además, se convierte en apoyo social permanente. Entre las principales funciones se encuentra:

- La familia como grupo primario que está constituido por un grupo reducido de personas. Esto hace que haya mayor proximidad física y mayor relación interpersonal lo que favorece la mayor diferenciación de roles y el aprendizaje de los mismos.

- La familia como consecuencia de estas relaciones favorece el desarrollo de la identidad personal (reconocimiento de uno mismo) imprescindible para poder relacionarse e interactuar con los demás.

- La familia ofrece continuamente modelos variados de todo tipo (padres, madres, hermanos/as, tíos/as, abuelos/as...), que interactúan con el niño/a. Estos son modelos que actúan directamente con el niño/a, satisfacen sus necesidades, pasan mucho tiempo con él, les une un lazo afectivo... lo que hace que éstos vayan aprendiendo formas de actuar y comportarse por medio de la imitación.

- En la familia se establecen distintos tipos de relaciones entre sus miembros (autoridad, sumisión, igualdad...), lo que hace que el niño/a aprenda a actuar de forma distinta según el miembro con quien trate proporcionando un ensayo para la sociedad.

- Dentro de la familia se plantean una serie de reglas, normas y pautas de comportamiento que posteriormente serán utilizadas en otros grupos sociales.

- La familia proporciona una serie de ideas, formas de entender la vida, una escala de valores en función de lo que ella considera adecuado. Es decir, proporcionan una cosmovisión del mundo que lo reflejaran en sus actividades en la sociedad.

Por tanto, la familia juega un papel protagonista en el desarrollo de las personas, no sólo porque garantiza su supervivencia física, sino también porque es dentro de ella donde realiza los aprendizajes básicos que serán necesarios para su desarrollo autónomo dentro de la sociedad (aprendizaje del sistema de valores, de lenguaje, de formas de comportarse...). A través de distintos mecanismos (observación, imitación, identificación...), la familia va modelando las características psicológicas del individuo.

Sin embargo, la familia no tiene un poder absoluto sobre el niño/a. Los padres no pueden "tallar" en sus hijos/as las características que deseen ni los rasgos. Esto se debe a varias razones:

- El niño/a nace con ciertas características, unos rasgos biológicos que van a condicionar su desarrollo (salud, temperamento, nivel de actividad o de adaptabilidad...).

- La familia se encuentra a la vez bajo la influencia de un conjunto de factores que condicionan y determinan su  funcionamiento (situación económica, coyuntura política y económica de la sociedad, valores predominantes...).

Respecto a la transformación de la función de la familia a lo largo de la historia, el concepto de "familia" es difícil de definir. En este sentido, la familia no es una categoría eterna e inmutable. No existe "la familia" sino diferentes tipos de familia que cambian en función de la época, la geografía, el desarrollo económico, técnico, social, la clase social y el desarrollo de ideas o corrientes de pensamiento.

En las sociedades occidentales, la idea de familia ha estado tradicionalmente vinculada al matrimonio como lazo legal (y a veces religioso) que legitima la concepción y crianza de los hijos/as en un ambiente establecido formalmente.

Lo que sí que es cierto es que la función esencial de la familia ha sido y sigue siendo educar a sus miembros más jóvenes transmitiéndoles los conocimientos considerados importantes en una sociedad determinada.

Haciendo mención a nuestra cultura occidental, podemos señalar que la verdadera transformación de la familia se empezó a producir a raíz de la Revolución Industrial. Así, a grandes rasgos, existían dos tipos de composiciones familiares.

La familia pre-industrial: Los antropólogos hablan de "familia extensa" como sistema de organización familiar típico de la sociedad pre-industrial. Se tratan de unidades familiares que conviven de forma íntima más de dos o tres generaciones, con una amplia y rígida jerarquía familiar y con un rol dentro de la misma muy definido. En ellas, el trabajo remunerado era realizado exclusivamente por los varones, relegando las tareas domésticas a las mujeres. 

La familia industrial: Se denomina "familias nucleares" en cuanto que son pequeñas unidades constituidas por padres e hijos, aunque lógicamente bajo esta aceptación caben muy distintos tipos de familias.
Con la Revolución Industrial, son patentes los cambios de naturaleza económica y social y la incorporación de la mujer al mundo laboral hace que no sólo cambie la concepción familiar, sino también la idea de educación.

Por ello, ¿Cuáles podríamos decir que han sido los cambios fundamentales a lo largo del Siglo XX y Siglo XXI?

Volviendo al concepto de familia y a sus transformaciones y centrándonos más en la actualidad, a lo largo del Siglo XX y principios del Siglo XXI, se van produciendo una serie de cambios en la composición, organización y estructura de las familias. Algunos rasgos significativos son:

- Aumento de parejas sin matrimonio.
- Trabajo de ambos miembros de la familia.
- Redefinición de los roles sexuales.
- Familias nucleares y disminución de las relaciones con otros miembros familiares.
- Separaciones frecuentes de parejas, familias desunidas y niños/as con tutelas compartidas.
- Disminución progresiva de la natalidad.
- Frecuencia cada vez mayor de familias sin hijos.
- Presencia de hogares con un sólo progenitor.
- Parejas homosexuales con carácter formalizado.
- Incorporación de terceras personas en la crianza de los niños/as.
- Mayor frecuencia de mezclas culturales.

Todas estas variantes suponen una reducción del concepto tradicional de familia. Entre los factores que explican estos cambios cabe citar:

- Aumento del coste de crianza infantil.
- Aumento del tiempo de manutención de los hijos/as.
- Emancipación de la mujer y su incorporación al mundo del trabajo.
- La presencia de hijos/as en virtud de decisiones personales de acuerdo con valores y actitudes sociales que conciernen la decisión de tener hijos en una decisión no obligatoria, libre y sin depender del azar.
- El nacimiento de una escala de valores desligada del plano familiar y vinculada al status socio-cultural.

En consecuencia, se han producido nuevas pautas de pensamiento, sentimientos y conductas y nuevos roles que lógicamente afectarán a la familia y a la organización de la vida doméstica, aspecto que hay que considerar a la hora de planificar la tarea educativa.

Seguidamente, en referencia a las características de la educación familiar, independientemente de todas las transformaciones, la familia ha mantenido a lo largo de la historia una serie de características que no han variado. Estas características de la acción educativa familiar pueden concretarse en:

- ATÉCNICA: No está llevada a cabo por personas especializadas en un campo científico ni los materiales utilizados son especializados.

- ASISTEMÁTICA: No se plantea de forma sistemática y organizada la transmisión de conocimientos. Es decir, no hay una programación previa.

- AFORMAL: No existe un modelo único y válido de composición familiar como ocurre en el Sistema Educativo. Cada familia tiene su propia forma de "educar" y sus prioridades de criterios en el plano educativo son diferentes de una familia a otra.

Otra de las cuestiones a reflexionar y analizar en torno al concepto de familia y todos los aspectos anteriormente comentados serían, ¿Cuáles son las expectativas familiares respecto a la educación y, más concretamente, en edades tempranas?

En primer lugar, al hablar de expectativas familiares, se hace referencia a la idea que las familias tienen sobre la educación temprana, qué es lo que esperan cuando llevan a sus respectivos hijos/as al Centro y las razones que les han impulsado a ellos.

En términos generales, podemos clasificar tres tipos de expectativas:

- Asistenciales: Son aquellas familias que no tienen ninguna exigencia desde el punto de vista educativo y se fijan sólo en el carácter asistencial. En estos casos, las familias suelen conformarse con que el niño/a esté bien atendido en aspectos como alimentación, higiene, salud... Con que el Centro esté cera o bien comunicado, con que los horarios sean compatibles con el trabajo de los padres...
En muchas ocasiones, este "conformismo" se debe a razones de tipo "práctico" como pueden ser las condiciones familiares y laborales de la familia o que la razón de esta falta de exigencia es un total desconocimiento de las posibilidades educativas de la etapa.

- Asistenciales-educativas: Supone una postura intermedia donde priman tanto las exigencias de carácter asistencial como educativo aunque la mayor parte de las veces estas últimas se encuentran supeditadas a las primeras. Así se establecen argumentos del tipo: "el niño/a está bien atendido y de paso juega y se relaciona", "está atendido y algo aprenderá", "está atendido y además se va preparando para cuando empiece la escolaridad obligatoria o superior...".

- Educativas: Se tratan de familias plenamente conscientes y exigentes de las posibilidades educativas que puede ofrecer la escuela. Dentro de este aspecto encontramos que las familias esperan de la escuela que responda a una serie de necesidades o demandas.

En este sentido, la escuela debe de cubrir una serie de expectativas: 

Sociales: Se refiere a la idea de que la escuela es la institución por excelencia que posibilita el desarrollo social en los primeros años. Dentro de ella, el niño/a establece relaciones con su grupo de iguales y desarrollo actitudes de cooperación, ayuda, respeto y colaboración. La familia pretende que la escuela sea el canal de socialización formal.

Terapéuticas: Cuando en el desarrollo y evolución del niño/a aparecen problemas o algún tipo de alteración, la familia con carácter general suele solicitar ayuda a la escuela.
Em este sentido, se encuentran diferentes servicios multidisciplinares como logopedas, psicólogos, terapeutas... para una inclusión como elemento para favorecer la normalización.

Psicoeducativas: Se refiere a la adquisición de toda una serie de conocimientos que de forma programada y sistemática plantea la escuela y que no pueden ser ofrecidas desde el marco familiar. 

Finalmente al planteamiento de dichas hipótesis o cuestiones relacionadas con el término de familia y la ciencia de la sociología de la educación nos debemos plantear, ¿es importante las relaciones entre la familia y el equipo docente y, como consecuencia, con toda la Comunidad Educativa?

Como he citado anteriormente, la familia desempeña un papel crucial en el desarrollo del niño/a. En este sentido, el Centro comparte con la familia la labor educativa, contemplando y ampliando sus experiencias formativas del desarrollo. 
La eficacia de la educación depende en gran medida de la unidad de criterios educativos en los distintos momentos de la vida del niño/a, tanto en casa como en la escuela. Para que esto sea posible, es necesaria la comunicación y coordinación entre los docentes y las familias.

Pero, ¿Por qué es importante la coordinación familia- escuela? ¿Qué razones existen para la buena relación entre ambas? ¿Qué tipo de información deben de intercambiar? ¿Cómo puede llevarse a cabo este intercambio de información?

Las razones que determina la cooperación y relación entre la familia y la escuela son muy diversas. Entre las principales que establecen muchos autores son las siguientes:

- Porque se debe buscar una línea común educativa para evitar incoherencias entre los dos ámbitos.

- Porque los padres pueden aportar información muy valiosa sobre sus hijos que ayude al docente en su tarea educativa.

- Porque el Centro puede orientar a las familias sobre aspectos diversos: logros de los niños/as, hábitos, modos de conducta...

- Porque las familias pueden colaborar en la vida del Centro en distintas actividades aportando sus experiencias y enriqueciendo la tarea educativa del docente.

- Porque la conexión familia-escuela ayuda al niño/a a sentirse más seguro, motivado y a no vivirlo como algo separado sino como parte de la misma realidad social.

- Porque las familias pueden aprender nuevas formas de comunicarse con sus hijos/as obteniendo una nueva visión de sus hijos/as y de sí mismos como educadores.

Respecto al tipo de información a intercambiar, en relación al centro se establecen diferentes premisas.

- Proyecto Educativo y Reglamento de Régimen Interior.
- Cuestiones de orden económico.
- Deliberaciones o decisiones del consejo escolar o del claustro que repercutan en la marcha de todo el colectivo.
- Normas generales del centro durante un curso determinado.
- Temas de índole general que afecten a toda la comunidad educativa. 
- Evaluación de los objetivos propuestos.

Por otro lado, en relación a sus respectivos hijos/as, conviene informar a las familias acerca de su evolución:

- Rendimiento educativo.
- Relación con los compañeros/as y docentes.
- Proceso de maduración y avances logrados.
- Hábitos conductuales y de trabajo.
- Objetivos y actividades que se desarrollan durante el curso a nivel de clase, ciclo o escuela, y que afectan a la dinámica del grupo-clase.
- Problemas o situaciones puntuales que se produzcan en el grupo.
- Organización general del trabajo en el grupo-clase.
- Orientaciones de carácter práctico para la familia que potencien al máximo las capacidades del niño/a y que respondan a sus intereses y necesidades.

Por último, ¿Cuáles serían esas formas de relación?

Las formas de relación entre la familia y la Comunidad Educativa es tarea propia de ésta última. Es importante que exista una línea común sobre cómo van a establecerse estas relaciones que deberán reflejarse en el PEC (Proyecto Educativo de Centro).
Ante todo, es importante clarificar a las familias que en ningún momento se pretende suplantar su tarea sino colaborar y ayudar.

Entre las formas que pueden adoptar estas relaciones se encuentran:

Intercambio de información

Información en torno al niño/a:

- Contacto informal diario.
- Entrevistas.
- Cuestionario.
- Informe o Boletín.
- Notas informativas.

Información de carácter general:

- Reuniones.
- Información escrita (carteles, circulares, folletos...).

Implicación directa de los padres

Implicación Sistemática:

- Tareas de apoyo.
- Talleres.

Implicación Esporádica:

- Período de adaptación.
- Presentación de actividades y profesiones.
- Actividades extraescolares.
- Fiestas.
- Voluntariado.
- AMPA.


Referencias bibliográficas utilizadas en el ensayo:

Alberdi, I. (2006). "La transformación de las familias en España. La influencia del feminismo en los cambios familiares". Arxius de Sociología 15:25-40.

Comellas, M. J. (2009). "La familia y la escuela: Compartir la educación". Ed. Graó. Barcelona.

López, M. T. (2006). "La familia en el proceso educativo". Ed. Cinca. Madrid.

López Román, J. (1991). "La familia como agente educativo". En Enciclopedia de la Ed. Preescolar. Ed. Diagonal-Santillana.

Santos, M. Á. (2015). "El poder de la familia en la educación". Ed. Síntesis. Madrid.

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